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jueves, 8 de enero de 2009

Epifanía : La manifestación del Señor

Epifanía significa "manifestación". Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos:

1) Su Epifanía ante los Reyes Magos (Mt 2, 1-12)
2) Su Epifanía a San Juan Bautista en el Jordán
3) Su Epifanía a sus discípulos y comienzo de Su vida pública con el milagro en Caná.

La Epifanía que más celebramos en la Navidad es la primera. La fiesta de la Epifanía tiene su origen en la Iglesia de Oriente. A diferencia de Europa, el 6 de enero tanto en Egipto como en Arabia se celebraba el solsticio, festejando al sol victorioso con evocaciones míticas muy antiguas. Epifanio explica que los paganos celebraban el solsticio invernal y el aumento de la luz a los trece días de haberse dado este cambio; nos dice además que los paganos hacían una fiesta significativa y suntuosa en el templo de Coré. Cosme de Jerusalén cuenta que los paganos celebraban una fiesta mucho antes que los cristianos con ritos nocturnos en los que gritaban: "la virgen ha dado a luz, la luz crece".

Entre los años 120 y 140 AD los gnósticos trataron de cristianizar estos festejos celebrando el bautismo de Jesús. Siguiendo la creencia gnóstica, los cristianos de Basílides celebraban la Encarnación del Verbo en la humanidad de Jesús cuando fue bautizado. Epifanio trata de darles un sentido cristiano al decir que Cristo demuestra así ser la verdadera luz y los cristianos celebran su nacimiento.

Hasta el siglo IV la Iglesia comenzó a celebrar en este día la Epifanía del Señor. Al igual que la fiesta de Navidad en occidente, la Epifanía nace contemporáneamente en Oriente como respuesta de la Iglesia a la celebración solar pagana que tratan de sustituir. Así se explica que la Epifanía se llama en oriente: Hagia phota, es decir, la santa luz.
Esta fiesta nacida en Oriente ya se celebraba en la Galia a mediados del s IV donde se encuentran vestigios de haber sido una gran fiesta para el año 361 AD. La celebración de esta fiesta es ligeramente posterior a la de Navidad.


Los Reyes Magos

Mientras en Oriente la Epifanía es la fiesta de la Encarnación, en Occidente se celebra con esta fiesta la revelación de Jesús al mundo pagano, la verdadera Epifanía. La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.

De acuerdo a la tradición de la Iglesia del siglo I, se relaciona a estos magos como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento de hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios. Del pasaje bíblico sabemos que son magos, que vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra; de la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltazar. Hasta el año de 474 AD sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana más importante en Oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días.

El hacer regalos a los niños el día 6 de enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta que "lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mi me lo hacéis" (Mt. 25, 40); a los niños haciéndoles vivir hermosa y delicadamente la fantasía del acontecimiento y a los mayores como muestra de amor y fe a Cristo recién nacido.

Origen de la Rosca de Reyes

Después de que los Reyes adoraron a Jesús, un ángel les avisó que no regresaran donde Herodes y ellos regresaron por otro camino. Herodes al enterarse que había nacido el Rey que todos esperaban, tuvo miedo de perder su puesto y ordenó matar a todos los niños menores de dos años entre los cuales se encontraría dicho Rey.

La Sagrada Familia huyó a Egipto y el niño Dios se salvó, otras familias escondieron a los bebés en tinajas de harina y así no fueron vistios y salvaron sus vidas. Desde entonces, los judíos comían pan ázimo el 6 de enero en el que escondían un muñeco de barro recordando este acontecimiento.

Los primeros cristianos tomaron un poco de esta tradición y la mezclaron con la historia de la visita de los Reyes Magos para la celebración de la Epifanía: cambiaron el pan ázimo por pan de harina blanca y levadura, cocida en forma de Rosca, endulzándolo con miel y adornándolo con frutos del desierto, como higos, dátiles y algunas nueces.
Para los cristianos, la forma circular de la rosca simboliza el amor eterno de Dios, que no tiene principio ni fin. Los confites son las distracciones del mundo que nos impiden encontrar a Jesús.El muñequito escondido dentro de la rosca, simboliza al Niño Jesús que los reyes no encontraban porque la estrella desaparecía. Esta costumbre de los cristianos de Palestina llegó a Europa y posteriormente a América.


En México, el que encuentra el muñequito de la rosca se convierte en el centro de la fiesta: se le pone una corona hecha de cartón y cubierta de papel dorado y se le da el nombramiento de “padrino del Niño Jesús”. El padrino deberá vestir con ropas nuevas a la imagen del niño Jesús del nacimiento y presentarlo en la Iglesia el día 2 de Febrero, día de la Candelaria. Después hará una fiesta con tamales y atole.
Sugerencias para vivir esta fiesta

Reflexionar y contestar las siguientes preguntas: ¿qué regalo le voy a dar a Jesús este año que comienza?; ¿qué puedo cambiar para ser mejor?; ,qué regalos le voy a ofrecer a Jesús?; ¿me encuentro alegre porque Dios me ama?; ¿tengo fe en Dios?; ¿sé vivir en la pobreza?; ¿soy generoso (con mi tiempo, con mi persona, con los demás)?; ¿suelo perseverar en mi vida espiritual a pesar de las dificultades que se me presentan?; ¿obedezco a Dios con prontitud?


http://es.catholic.net/celebraciones/120/301/articulo.php?id=1250

Epifanía, la manifestación de Dios hecho hombre


Esta fiesta tiene un origen en la Iglesia de Oriente. A diferencia de la región europea, el 6 de enero en la región de Egipto y Arabia se celebraba el solsticio, festejando al sol victorioso con evocaciones míticas muy antiguas. Epifanio explica que los paganos celebraban el solsticio invernal y el aumento de la luz a los trece días de haberse dado este cambio; nos dice que los paganos hacían una fiesta significativa y suntuosa en el templo de Coré. Cosme de Jerusalén cuenta que los paganos celebraban una fiesta mucho antes que los cristianos con ritos nocturnos en los que gritaban: "la virgen ha dado a luz, la luz crece".

Entre los años 120 y 140 AD los gnósticos trataron de cristianizar estos festejos celebrando el bautismo de nuestro Señor. Siguiendo la creencia gnóstica los cristianos de Basílides celebraban la Encarnación del Verbo en la humanidad de Jesús cuando fue bautizado. Epifanio trata de darles un sentido cristiano al decir que Cristo demuestra así ser la verdadera luz y los cristianos celebran su nacimiento. Hasta el siglo IV la Iglesia comenzó a celebrar en este día la Epifanía del Señor. Al igual que la fiesta de Navidad en occidente, la Epifanía nace contemporáneamente en Oriente como respuesta de la Iglesia a la celebración solar pagana que tratan de sustituir. Así se explica que la Epifanía se llama en oriente: Hagia phota ( la santa luz).
Esta fiesta nacida en Oriente ya se celebraba en la Galia a mediados del s IV. donde se encuentran vestigios de haber sido una gran fiesta para el año 361 AD La celebración de esta fiesta es ligeramente posterior a la de Navidad.


La Epifanía y los Reyes Magos


Mientras en Oriente la Epifanía es la fiesta de la Encarnación como la venida de la carne y manifestación de la divinidad; en Occidente se celebra con esta fiesta la revelación de Jesús al mundo pagano, la verdadera Epifanía. La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de un grupo de magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.

De acuerdo a la tradición de la Iglesia del siglo I, se relaciona a estos magos como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento de hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios. Del pasaje bíblico sabemos que son magos, que vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra; de la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltazar. Hasta el año de 474 AD sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana mas importante en Oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días.

El hacer regalos a los niños el día 6 de enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta que "lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mi me lo hacéis" (Mt. 25, 40); a los niños haciéndoles vivir hermosa y delicadamente la fantasía del acontecimiento y a los mayores como muestra de amor y fe a Cristo recién nacido. En algunos países cómo México se come la Rosca de Reyes.

Redacción Church Forum
Fuente:
Church Forum http://www.churchforum.org/

http://www.churchforum.org/epifania-dia-reyes.htm

La Epifanía del Señor o La visita de los Reyes Magos

Epifanía significa: manifestación o presentación en público. Se llama así esta fiesta porque en ella se recuerda como Jesús se manifestó ante los Magos para ser adorado. Esta fiesta se celebra el 6 de enero en la Iglesia Católica desde el año 400. La adoración de los Magos al Niño Jesús la narra el evangelio de San Mateo en el Capítulo 2, y es una de las narraciones más bellas de la S. Biblia. Magos: llamaban en Oriente a ciertos sabios que se dedicaban a estudiar los astros y a profundizar en ciencias religiosas, y se les consideraba como personas de gran santidad y sabiduría, que empleaban su vida en la búsqueda de la verdad.

El evangelio no dice cuántos eran pero el Papa San León dice que probablemente eran tres. Y esto lo deduce de los tres regalos que le trajeron. La tradición les ha dado los nombres de Gaspar, Melchor y Baltasar. Venían de Oriente: Los países de oriente de Israel eran: Arabia, Persia (o Irán) y Asiria o Babilonia (Irak). Muchos creen que probablemente eran persas, porque las gentes de ese país eran muy religiosas.Se presentaron en Jerusalén diciendo: ¿dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Tuvieron que averiguar en Jerusalén porque al llegar a esa ciudad desapareció la estrella que los venía guiando. Y de esto se valió Dios para anunciar en esa Ciudad Santa el nacimiento de su Hijo.

Pues vimos su estrella en Oriente. El profeta Balaam había anunciado: "Hacia Israel avanzará una estrella, y es que un nuevo reinado aparecerá en Israel" (Números 24,17) Suetonio y Tácito y otros historiadores que narran hechos del siglo primero, cuentan que había en Oriente una creencia muy extendida de que de Palestina iba a salir uno que gobernaría al mundo entero. Aquellos hombres vieron una estrella nueva y desconocida y la fueron siguiendo hasta llegar a Jerusalén. Estaban convencidos de que ella los guiaría hasta el sitio donde había nacido el nuevo rey que iba a gobernar al pueblo creyente.

Y hemos venido a adorarle: No vienen por curiosidad ni por interés, sino a adorarlo como a Dios. Es un viaje de fe el que han hecho estos hombres. Se llama peregrinación a un viaje para ir a rezar y a adorar. El viaje de estos magos fue una verdadera peregrinación. Herodes era un rey sumamente desconfiado y mataba sin más ni más a toda persona que a él le pareciera que le podía quitar el puesto de rey. Así mató a su esposa Mariamme, a su madre Alejandra y a su hijo Anipater y a sus dos nietos Alejandro y Aristóbulo. César Augusto decía por burla que mejor ser Cerdo de Herodes (cerdo se dice "Hus") que ser hijo de Herodes (hijo se dice "Huios").

Así que en casa de Herodes era más seguro ser "Hus" (cerdo) que "Huios" (hijo) porque a los cerdos no los mandaba matar, pero a los hijos sí. Herodes se llenó de afán al saber que había nacido un niño que iba a ser rey. Y tuvo miedo de que le pudiera quitar a él su alto puesto. Jerusalén también se llenó de emoción por dos causas: por miedo a las medidas de crueldad que Herodes podría tomar contra todos los niños recién nacidos, y por la esperanza de que ahora sí hubiera llegado el tiempo de tener un rey que les concediera la libertad y el mando. Convocó a los Sumos Sacerdotes y a los escribas y les averiguó el sitio donde debía nacer Cristo.

Ellos eran los que más conocían la Biblia y podían darle la respuesta precisa. Y así lo hicieron. Ellos le dijeron: En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta: "Y tú Belén de Judá no eres el pueblo menor entre los principales, porque de ti nacerá el caudillo que será pastor de mi pueblo Israel" (Miq. 5,1). Le estaban citando el capítulo 5 del profeta Miqueas. Herodes llamó a los magos y les averiguó el tiempo de la aparición de la estrella. Quería saber desde qué edad debía mandar matar los niños. Todos los que hubieran nacido en los años cercanos a la aparición de la estrella. Al salir de Jerusalén vieron otra vez la estrella y se llenaron de alegría y ella los guió y se detuvo encima del sitio donde estaba el Niño.

Dato curioso: no se lee que alguno de Jerusalén se haya tomado la molestia de acompañarlos hasta Belén. Y sólo queda a unos pocos kilómetros. ¡Cuanta pereza a veces para ir a dar culto y adoración a Cristo!

Entraron en la casa y encontraron al Niño con su madre María y arrodillándose lo adoraron. Entraron en la casa: O sea que Jesús, María y José ya no estaban en la cueva sino que ya habían conseguido una casita en arriendo para vivir en Belén. Encontraron a Jesús con su Madre María: a Jesús lo encontramos con su Santísima Madre. Por eso para ir a Jesús, nosotros tratamos de ser devotos con María. Abriendo sus cofres le ofrecieron oro, incienso y mirra. Oro: es lo que se llevaba de regalo al primer mandatario de la nación. Jesús es rey.
Incienso: se le llevaba de regalo a los dioses en sus templos. Jesús es Dios. Hijo Unico del Unico Dios. Mirra: es un ungüento muy costoso. Se empleaba mucho para evitar que los cuerpos se pudrieran en el sepulcro. El cuerpo de Jesús no se pudrirá en el sepulcro, sino que resucitará glorioso.

Oro, incienso y mirra: La Iglesia Católica siempre ha visto figurados en estos tres regalos, los tres obsequios que nosotros debemos ofrecer siempre a Jesucristo: Oro, nuestras ayudas económicas al culto y para los pobres. Incienso: nuestra oración. Mirra (amarga) nuestros sacrificios. Señor Jesús: que a imitación de los Magos de Oriente vayamos también nosotros frecuentemente a adorarte en tu Casa que es el Templo y no vayamos jamás con las manos vacías. Que te llevemos el oro de nuestras ofrendas, el incienso de nuestra oración fervorosa, y la mirra de los sacrificios que hacemos para permanecer fieles a Ti, y que te encontremos siempre junto a tu Madre Santísima María, a quien queremos honrar y venerar siempre como Madre Tuya y Madre nuestra. Amén.

http://www.churchforum.org.mx/santoral/Enero/0601.htm

La Epifanía del Señor


LOS REYES MAGOS.

Es una tradición muy arraigada en nuestro país, sobre todo en los estados del centro y sur, celebrar el 6 de enero a los "Reyes Magos", recordando aquel episodio del Evangelio en el que unos Magos de Oriente llegaron a adorar y dar regalos a Jesús "Rey de los Judíos", según la manifestación de una gran estrella. (Cf. Mt 2, 1-12) Esta fiesta es una tradición cargada de significado. En realidad celebramos la Manifestación del Señor a todo el mundo, es decir la Epifanía. Dios se les revela, no sólo a los pastores, no sólo a los judíos, también a aquellos hombres de ciencia, ricos y poderosos que se ponen en camino desde tierras lejanas, en busca de la estrella que interpretan como una manifestación de la presencia de Dios; significa que el Hijo de Dios debe ser reconocido por todos los hombres, de todos los lugares, de todos los tiempos.

Los Magos de Oriente se postran ante Jesús Niño y lo adoran, con sus regalos hablan de lo que ellos encuentran en Él: El oro se le ofrece sólo a los reyes, por lo que reconocen en Jesús al Rey; el incienso se le ofrece sólo a Dios, por lo que revelan que Jesús es Dios; y la mirra es un perfume que reconoce en Jesús Rey, Hijo de Dios, también a un Hombre. Es una bella historia que merece nuestra reflexión. Además de que es una oportunidad para continuar meditando en el gran Misterio de la Encarnación, y para compartir en familia las bendiciones y gracias que este milagro nos trajo.


Tradición.
La tradición mexicana nos invita a compartir la "Rosca de Reyes", costumbre también llena de significados importantes: el pan en forma de rosca evoca a Dios Eterno, que no tiene principio ni fin; las frutas dulces con que se decora nos recuerdan la gracia que Jesús nos trae; el muñequito escondido entre la masa representa al Niño Jesús que todos debemos buscar, quien lo encuentra se llena de tanto gozo que desea compartirlo con todos, por lo que promete una fiesta el próximo día dos de febrero, día de la "Candelaria" (luz) o Presentación del Señor. Jesús es la "Luz para iluminar a todos los pueblos" (Lc 2, 32). Y los bautizados hemos sido iluminados con esa Luz de Cristo. Los cristianos siempre tenemos el compromiso de buscar, encontrar y compartir a Jesús con los demás.



Historia.
La fiesta de la Epifanía es de origen Oriental y surgió en forma similar a la Navidad de Occidente. Los paganos celebraban en Oriente, sobre todo en Egipto, la fiesta del solsticio invernal el 25 de diciembre y el 6 de enero el aumento de la luz. En este aumento de la luz los cristianos vieron un símbolo evangélico. Después de 13 días del 25 de diciembre, cuando el aumento de la luz era evidente, celebraban el nacimiento de Jesús, para presentarlo con mayor luz que el dios Sol. La palabra epifanía es de origen griego y quiere decir manifestación, revelación o aparición. Cuando la fiesta oriental llegó a Occidente, por celebrarse ya la fiesta de Navidad, se le dio un significado diferente del original: se solemnizó la revelación de Jesús al mundo pagano, significada en la adoración de los "magos de oriente" que menciona el Evangelio.


Significado.
Hoy la Iglesia celebra la Epifanía para recordar la Manifestación del Señor a todos los hombres con el relato de los Magos de Oriente que nos narra el Evangelio (Mt 2, 1-12). Aquellos hombres que buscaban ansiosamente simbolizan la sed que tienen los pueblos que todavía no conocen a Jesús. La Epifanía, en este sentido, además de ser un recuerdo, es sobre todo un misterio actual, que viene a sacudir la conciencia de los cristianos dormidos. Para la Iglesia la Epifanía constituye un reto misional: o trabaja generosa e inteligentemente para manifestar a Cristo al mundo, o traiciona su misión. La tarea esencial e ineludible de la Iglesia es trabajar para llevar a Cristo a todos aquellos que no lo conocen. La llegada de los magos, que no pertenecen al pueblo elegido, nos revela la vocación universal de la fe. Todos los pueblos son llamados a reconocer al Señor para vivir conforme a su mensaje y alcanzar la salvación.

La descripción que hace el Evangelio de la llegada de los magos a Jerusalén y luego a Belén, la reacción de Herodes y la actuación de los doctores de la ley, encierra una carga impresionante de enseñanza. Unos hombres extranjeros que siguen el camino indicado por la estrella, para adorar al recién nacido Rey de los judíos. Los conocedores de las Escrituras en Jerusalén que quedan indiferentes ante aquella luz del cielo, que anuncia el acontecimiento esperado por siglos.

La envidia del rey Herodes ante el temor de que surja un rey "mayor" que él. Ante este relato tan cargado de significado, nos queda reflexionar seriamente: ¿Somos como aquella Jerusalén, "conocedora de las Escrituras", pero incapaz de reconocer y menos de seguir el camino de la Luz de Cristo? O ¿somos como los magos de oriente, en búsqueda siempre de la verdad y dispuestos a ponerse en camino hacia Jesús, Rey y Señor de la historia?


2 de Febrero "La candelaria". La presentación del Señor.

Si encontraste el "muñequito" de la Rosca de Reyes, que representa al Niño Jesús, en este día 2 de febrero, haces una fiesta para compartir con los demás esa gran alegría. Jesús, la "Luz del Mundo", participa de esa luz a cada bautizado por lo que el cristiano tiene el deber de "iluminar" a los demás con la luz de Cristo. Simeón dijo de Jesús que es "Luz para iluminar a todos los pueblos" (Lc 2, 32). En el siglo V se comenzaron a usar las veladoras para subrayar esas palabras del profeta, dándole más colorido a la celebración, por esto la tradición llama a la fiesta de la Presentación del Señor "día de la Candelaria".

A esta fiesta se le llamó también de la Purificación de María, se celebra 40 días después del nacimiento de Jesús, cuando María y José, cumpliendo con la doble prescripción de Moisés, acuden al templo a presentar al Niño Jesús, para ofrecerlo a Dios y llevar ofrendas por la purificación de la Madre. Cada fiesta que los cristianos celebramos nos debe llevar a un compromiso, en este caso, hemos de recordar las palabras de Jesús: "Ustedes son luz para el mundo. No se puede esconder una ciudad edificada sobre un cerro. No se enciende una lámpara para esconderla en un tiesto, sino para ponerla en un candelero a fin de que alumbre a todos los de la casa Así pues, debe brillar su luz ante los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre de ustedes que está en los cielos". (Mt. 5, 14-16)

Es oportuno ahora reflexionar: ¿Qué hago con la Luz de la Fe que Dios me regaló en mi bautismo? ¿Mi vida sirve para "iluminar" a otros, evitando que caminen en la oscuridad?